Ciencias sociales y políticasHistoria

“Aquella Navidad de 1914” y esta de 2014

Y ESTA NAVIDAD DE 2014

El otro día recibí un artículo de Nieves, una de nuestras compañeras, muy a propósito de estos días navideños y hoy he pensado que estaría bien compartirlo con todos y reflexionar un poco con su lectura, sé que es de sobra conocido de todos, pero nunca está de más recordarlo.

Es un artículo que podría ser muy digno de nuestra clase de filosofía sobre “LA BELLEZA”, no por su estética sino por su belleza interior.

También es un artículo que podría servir de resumen de nuestro año de Pórtico dedicado a  “La 1ª Guerra Mundial”, y que trabajamos durante nuestro curso de verano.

El artículo es este:

 

El viejo cañón

Aquella Navidad de 1914

Alberto Piris

 

El próximo día de Navidad se conmemorará en varios países europeos el centenario de un fenómeno social y bélico que marcó un hito en la historia de nuestro continente. Fue la llamada “tregua de Navidad”, que interrumpió temporalmente la ya iniciada Primera Guerra Mundial, cuando las tropas británicas y alemanas del frente occidental cesaron espontáneamente las hostilidades para celebrar juntos la Navidad.

La iniciativa partió del lado alemán al anochecer del 24 de diciembre. Sus trincheras empezaron a adornarse con motivos navideños y los soldados entonaron a coro el que luego sería famoso villancico “Noche de paz” (Stille Nacht).

Un joven teniente de la Guardia Escocesa lo describió así en el diario de operaciones de su batallón: “Entramos en conversación con los alemanes, que deseaban acordar un armisticio durante las navidades. Uno de nuestros soldados saltó fuera de la trinchera y se encontró con una patrulla alemana que le dio un vaso de güisqui y cigarrillos, además de transmitirnos el mensaje de que si nosotros no abríamos fuego contra ellos, ellos tampoco nos dispararían”.

A la mañana siguiente soldados alemanes y británicos salieron de las trincheras y se reunieron en la tierra de nadie. El citado diario continúa así: “Se mostraron muy amistosos y nos intercambiamos recuerdos, chapas, cascos, distintivos, etc.” Los ingleses obsequiaron a los alemanes con el famoso plum pudding que éstos “apreciaron en grado sumo”.

Aprovechando la ocasión se organizó el entierro de los cadáveres que yacían insepultos entre ambas líneas: “Unos destacamentos británicos y alemanes formaron en línea y los capellanes de ambos ejércitos se alternaron en las oraciones fúnebres. Todo el acto se celebró con gran solemnidad y reverencia”.

La tregua se extendió a lo largo de toda la línea de contacto (que desde Suiza se extendía hasta el Canal de la Mancha), incluyendo las zonas francesa y belga. Casi siempre fue iniciada por los alemanes, mediante mensajes conciliadores o cánticos corales. En una carta a su madre, un oficial británico escribió: “Creo que he contemplado una de las escenas más extraordinarias que pueden imaginarse. Hacia las 10 de esta mañana cuando observaba desde el parapeto vi a un alemán agitando sus brazos. Luego, dos más saltaron fuera de la trinchera. Íbamos a dispararles cuando vimos que no llevaban armas, así que uno de nuestros hombres salió a su encuentro. En un par de minutos todo el terreno entre ambas líneas estaba lleno de soldados y oficiales de ambos ejércitos dándose la mano y deseándose una feliz Navidad”.

Esta explosión de paz entre los combatientes tuvo lugar cuando apenas una semana antes el boletín del Primer Ejército británico había reproducido la página del diario de un soldado alemán apresado por los franceses: “La visión de las trincheras y la furia, por no decir bestialidad, de nuestros soldados, golpeando hasta la muerte a un inglés herido, me afectó tanto que durante el resto del día no pude hacer nada”. El tratamiento de los prisioneros en ambos bandos fue en ocasiones salvaje e inhumano y se publicaba para intensificar la ira de los combatientes.

Los que nos encontramos en las trincheras, por el motivo que sea, dejemos las armas al menos por unos días, olvidemos las hostilidades sean de la categoría que sean, políticas, familiares, religiosas…. Y démonos la mano y celebremos todos juntos la Navidad.

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admin

1 Comentario

  1. pmapariciom
    24 | diciembre | 2014 15:54 — Responder

    Muy apropiad, he intentado volver a ver la pelicula del seminario, Feliz Navidad pero no he podido pues la han quitado. Esperemos no repetir tales horrores y aprendamos que cuando queremos, la tregua es posible. FELICES FIESTAS

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