XENTRADAS 14-15

Bicentenario de Juan Prim. Insigne militar catalan y español del S.XIX

Autor: Pedro Aparicio Muñoz

Mientras esta semana se cumplen los 200 años del nacimiento de Juan Prim, ejemplo de militar liberal convencido, héroe en Marruecos, Capitán General en varias regiones españolas y de Puerto Rico, jefe de una expedición a Méjico, precursor de la instauración de una monarquía democrática en la figura de Amadeo de Saboya  y conspirador habitual; seguimos con la tradicional costumbre hispánica de olvidar a nuestros prohombres

Escultura ecuestre de Prim en el parque de la ciudadela de Barcelona

Escultura ecuestre de Prim en el parque de la ciudadela de Barcelona

     Prim nace en Reus,Tarragona, el 12 de diciembre de  1814. Se integró en el Ejército liberal, desde el comienzo de la Primera Guerra Carlista (1833-40), participando en las sucesivas campañas contra las huestes carlistas (fuertemente establecidas en el interior de Cataluña, en el ámbito rural), que le permitieron alcanzar el grado de coronel a la edad de 26 años. Inclinado a las ideas liberales progresistas, se lanzó enseguida a la política como diputado por Tarragona (1841), destacando por su oratoria vehemente y su defensa de los asuntos de la burguesía catalana.

     Junto a su amigo Lorenzo Milán del Boch, nacido en 1811 en Areyns de Mar, participó en el encumbramiento del general Baldomero Espartero a la regencia en 1840 (valorado por acabar con la guerra carlista en el famoso abrazo de Vergara); pero posteriormente se enfrentó al autoritarismo de Espartero y acabó contribuyendo a derrocarlo organizando una sublevación en Reus en mayo/junio de 1843.  

   El gobierno progresista  de Salustiano Olózaga nombró a Prim gobernador militar de Barcelona y desde ahí se encargo de reprimir el movimiento revolucionario surgido como reacción al supuesto incumplimiento de las promesas realizadas para conseguir el apoyo contra Espartero. Este movimiento, conocido como la Jamancia (versión caló de comer y/o salario de los voluntarios que entre otros distintivos llevaban una pequeña paella en el pecho como si fuese una medalla, llevó a una fuerte represión, asedio y bombardeo de Barcelona durante los tres meses de finales de 1843. Esto le valió el ascenso a general y no ha impedido que por ahora tenga esculturas en plazas públicas en Reus y Barcelona

Después, el poder pasó a los moderados de Ramón María Narváez contra el que participó en un golpe fallido en 1846, lo que motivo su aislamiento de la política, dedicándose a viajar por Europa. En 1847-48 fue gobernador de Puerto Rico, en donde destacó por su dureza en la represión del bandolerismo y de los motines de esclavos. De regreso a la Península fue elegido nuevamente diputado (1851) y volvió a adquirir protagonismo político tras la Revolución de 1854, con la que dio comienzo un nuevo bienio progresista; en ese periodo mandó la expedición española enviada a Melilla para sofocar la insurrección de los rifeños (1856).

Por entonces se integró en la Unión Liberal, partido centrista creado por Leopoldo O’Donnell. Siendo ya éste presidente del gobierno, Prim participó en la Guerra de África (1859-60), obteniendo éxitos que le valieron el título de marqués de los Castillejos, victoria de Los Castillejos al frente de los voluntarios catalanes. En 1861 fue puesto al mando del cuerpo expedicionario español enviado a México, en colaboración con fuerzas francesas y británicas, para obtener del gobierno de Benito Juárez el pago de las deudas pendientes; la presión militar impulsó al gobierno mexicano a entablar conversaciones sobre la deuda, que culminaron con la firma del Convenio de la Soledad (1862).

Sin embargo, al descubrir que Napoleón III pretendía aprovechar aquel pretexto para derrocar a Juárez e instaurar en su lugar a Maximiliano I como emperador de México, Juan Prim decidió por su cuenta retirar sus fuerzas, lo cual es recordado con agradecimiento por los mejicanos. Aunque las autoridades españolas ratificaron su postura, el desacuerdo con O’Donnell llevó a Prim a abandonar la Unión Liberal y, ante la enemistad que había suscitado en la opinión conservadora por no alinearse con los enemigos de Juárez, regresó a las filas progresistas. Prim estaba casado con una mejicana de gran fortuna.

Durante los años posteriores se implica en todos los complot para derrocar a Narváez y a la reina Isabel II, hasta que consigue su objetivo en octubre de 1868. Mientras se discute la Constitución de 1869, Prim se niega a que se instaure la República, es monárquico aunque anti-borbón.

Jefe de gobierno en 1869/70, dedica grandes esfuerzos a buscar un rey que permita instaurar una monarquía democrática, empieza por La Casa de Braganza portuguesa, sigue con los Hohenzollern (motivo que hábilmente manejado por Bismark llevo a la guerra franco-prusiana que reafirmo a la naciente nación alemana y a Francia le costó La Alsacia y la Lorena y la caída de Napoleón III) y termina con Amadeo de Saboya que finalmente acepta.

 Lamentablemente la aventura de la monarquía democrática nace herida de muerte pues su gran defensor, Prim, es tiroteado en la calle del Turco a la salida del Congreso y cercana al mismo, el 27 de diciembre de 1870 y muerto o rematado tres días después mientras Amadeo de Saboya llega a España por el puerto de Cartagena; su primer acto oficial fue velar su cadáver

Prim era querido por el pueblo que le aclamaba al grito de Prim Libertad y formó parte del trio liberal progresista junto a Riego y el primer Espartero. Los diferentes gobiernos, consideraban que debían gobernar sin el pueblo pues este no estaba preparado para participar el política; la excepción la formaron Espartero y Prim.

 

El bicentenario de Prim, incómodo para Mas | La Gaceta.

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1 Comentario

  1. PEDRO APARICIO
    12 | diciembre | 2014 18:55 — Responder

    Después de mirar varias biografías y contrastar con un reportaje de RNE, he encontrado diferencias en la fecha de nacimiento: 16 de diciembre, el 12 que aparece en mi artículo y la que al final me parece más cierta y coincidente con la ofrenda floral en Reus, la del 6 de diciembre

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