“La forja de un rebelde”
Trilogía en la que se relatan tres momentos distintos y cruciales de la vida de su autor, Arturo Barea.
Se suele hablar de esta obra como una obra sobre la Guerra Civil Española, pero lo cierto es que va mas allá: retrata la miseria y la pobreza en que se encontraba España a comienzos del Siglo XX, mostrando la escasa evolución de la sociedad y el poco impacto que los acontecimientos mundiales tuvieron en ella, que seguía viviendo anclada en una forma de ser muy arraigada a la tradición y al pasado.
Acabo de leer la primera de las tres novelas de la trilogía, “La forja”, novela de sus azarosos comienzos, a la que se le puede llamar “historia de formación”.
Antes de hablar sobre ella debemos abordar a su autor, Arturo Barea, caso singular dentro de la narrativa del exilio. Con esta trilogía llegó a alcanzar un gran éxito, pero no precisamente en España. Apareció inicialmente en ingles, fue traducida al holandés, checo, polaco, finlandés, sueco, noruego, italiano y francés. En español apareció en 1951 pero en Argentina.
Conoció a famosos escritores de aquellos tiempos, sobre todo de habla inglesa, George Orwel, Gerald Brenan, John Dos Passos, ya que al estallar la guerra Civil de 1936 ingresó en la oficina de Censura de Prensa Extranjera del Ministerio del Estado, aunque posteriormente se quedó como jefe de la censura de prensa, con sede en el edificio de la Telefónica de Gran Vía de Madrid, al trasladarse el gobierno republicano a Valencia.
Barea nació en un hogar muy humilde. En esta novela de “La forja” de carácter autobiográfico, queda relatado. Por sus orígenes y por la dureza de su iniciación en la vida tendió a ser hombre de izquierda, pero según parece, sus aspiraciones tenían mucho de las del burgués. El mismo reconoce que encajaba mal en el socialismo, ya que era un individualista que de niño aspiraba a ser ingeniero.
Con trece años empieza a trabajar en una bisutería de la calle del Carmen y poco después en el Banco Crédit Lyonnais, dónde ingresa como mensajero sin sueldo, ascendiendo pronto a la categoría de oficinista. Todo esto queda muy bien reflejado en esta primera de las obras de su trilogía.
A los veinte años ya era dueño de una fábrica de juguetes, aunque quiebra pronto y en 1920 es llamado a filas y enviado a la guerra de Marruecos.
Barea aunque parecía tener un carácter enérgico, sufría alteraciones nerviosas, y en el fondo era un romántico que aspiraba a ser escritor.
Volviendo a “La forja”, Barea recuerda sus años de infancia en Madrid y alrededores, Brunete, Navalcarnero… y contempla la vida con ojos de niño; nos ofrece un relato de gentes, costumbres y lugares de aquel Madrid que quería empezar a ser moderno pero en el que aún se daban cita todas las tradiciones. Nos muestra sus años de aprendizaje en la escuela con un sistema educativo basado en la religión y la jerarquía social. Situación que se ve también en otras facetas de la vida, como cuando empieza a trabajar con apenas 13 años.
La distinción entre ricos y pobres es constante a lo largo de estas páginas reflejando con palabras sencillas las injusticias de las que es testigo.
Se la suele calificar como la mejor novela de la trilogía, aunque la menos trabajada desde el punto de vista estilístico. De todas formas no es Barea un escritor genial en cuanto al estilo, pero si en cuanto que sabe a dónde dirigir su mirada y trazar con unas cuantas palabras la psicología del personaje.
Espero que esta aproximación os sirva para animaros a su lectura para este verano y de las dos novelas siguientes: “La ruta” que se sitúa en la guerra de Marruecos y “La llama” que trata del periodo justamente anterior a la guerra y de la misma.
7 Comentarios
Muy buena recomendacion, ademas sirvio de base para una serie de television, tambien muy interesante. Seguro que con la recomendacion de Marina no hay quien se resista. ¡¡que facilidad de pluma!!
Excelente presentación. Además sirvió de guión para una serie de TV.
Una lectura muy recomendable para el período vacacional y como recordatorio de lo aprendido en clase de historia.
En algún curso, por Jesús o su compañero Ángel Bahamonde, fue muy bien considerada
Gracias Pedro por tu elogio, pero me he dado cuenta que se había cambiado todo el texto, ahora ya lo he reeditado. Se me habían “perdido” los puntos y aparte.
Si, fue una recomendación de Jesús que como siempre son muy buenas y acertadas.
Me uno a Marina y os animo a leer la trilogía. Para verano es una lectura estupenda pues Barea te atrapa desde la primer página y es un placer leer sus libros. Yo puedo decir que en “La LLama” me he sentido enamora del protagonista.
Un comentario muy cortito Marina solo decirte que voy a seguir tu recomendación y voy a leer esa pimera, porque por tu descripción tiene que ser muy interesante y sobre todo muy verdadera y ya te doy gracias de antemano primero por tu artículo que describe la novela perfectamente y luego porque nos contagias el gusanillo de leerla.
Marina como te comente, ya he leido las dos primeras partes que me han parecido preciosas sobre todo la primera, por transcurres por zonas donde he pasado mi niñez me ha hecho recordar a mucha gente muy querida.
Pero he empezado con la tercera parte y ya aquí no me parece tan bueno, porque como muchos lo enfoca de un solo lado, y eso ya no me gusta tanto, ademas cae un poco en lo que la mayoría que ha ecrito sobre ese tema la falta de ecuanimidad y analisis real de esos mometos.
Pero de todos modos gracias por tu orientación, porque los dos primeros libros son muy buenos buenos
Después de vuestros comentarios aumenta mi interés por leer los libros, que tengo en pdf para quien los quiera.
Este verano me he entretenido con varios libros, que os recomiendo, sobre la misma época: El laberinto español de Gerald Brenan y la Historia Moderna y Contemporánea por Jose Luis Comellas
También los he compaginado con el grandioso estudio sobre “el nacimiento de la nación” que es Mater Dolorosa de José Álvarez Junco