XENTRADAS 14-15

SÉNECA

SÉNECA
“Homo, sacra res homini”

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Lucio Anneo Séneca (4 a. C- 65 d. C). Político, filósofo y poeta, nació en Córdoba hace unos dos mil años, fue reconocido como el más brillante orador y poeta de su tiempo; escritor de éxito, destacado político y el más importante filósofo latino hasta San Agustín.
Durante más de un lustro, el antiguo preceptor de Nerón gobernó de hecho el Imperio. Los historiadores llaman a esa época “ministerio de Séneca”.
Tuvo admiradores y amigos, y sus enemigos acabaron con su vida.
Casi veinte siglos después de su muerte, en los países occidentales, se publica casi todos los años algún libro y varios estudios sobre su persona o escritos.
Por lo que se conoce, el sabio estoico que él era, obró bien y discurrió con acierto en muchas oportunidades.
Fue un varón esforzado, un hombre de principios, un espíritu abierto a sus semejantes, para el que todos los hombres tienen derechos y valores.
Séneca se retiró de la política en el año 62 d. C. Murió tres años más tarde y fue influyente hasta su muerte.
En el año 65, al descubrirse la conspiración tramada por Pisón para derribar a Nerón, Séneca fue acusado de participar en ella, esto le costaría la vida.
Condenado por el emperador, Séneca se quitó la vida con ayuda de sus criados y de su médico, un día de abril del 65- entre el 19 y el 30- mientras pronunciaba una especie de disertación, de la que solo quedan unas líneas que recoge el historiador Tácito.
Cornelio Tácito narra magistralmente todo el episodio.
Las circunstancias que rodearon la muerte de Séneca parecen una traducción al latín y a la cultura romana del siglo I d. C., de la de Sócrates.
Hubo incluso una poción de cicuta (veneno ateniense), que Séneca tenía preparada; a ella se acudió en el último instante para poner término a su vida.

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Séneca enfrentó la muerte con el modelo de la de Sócrates. Pero el gesto final fue romano y muy suyo, salpicando a los acompañantes con las aguas del baño, en una última libación a Júpiter.
Séneca, sin abandonar la política, sus negocios de floreciente y afamado agricultor, articuló una forma de pensamiento estoico que constituía toda una “concepción del mundo”, en que se planteaban todos los problemas del ser humano real, se buscaba una explicación racional de la naturaleza física y se construía una filosofía moral capaz de guiar al hombre por la vida, pero que al mismo tiempo lo comprometía, como demostró consigo mismo.
Su teología, entre monoteísta y panteísta, es la de un dios alma del mundo; su ciudad ideal, una monarquía regida por un príncipe que la gobierne con las virtudes sociales, que son las mismas que un sabio ha de adquirir y ejercitar en su vida personal.
“Nunca es inútil la acción de un buen ciudadano: se le oye, se le ve, con su ademán, con sus gestos, con su callada firmeza y con su mismo modo de estar, sirve a la comunidad”.
“Es aconsejable alternar el ocio con la acción”.
“Nunca están tan cortados todos los caminos que no haya lugar para un obrar honesto”.
Séneca, escribió discursos, poemas, diálogos y epístolas.
Se han perdido sus “Libros de filosofía moral”, la “Vita patris”, de la que se conservan diez líneas. Escribió estudios sobre Egipto, donde pasó su juventud, sobre la India.
“Tratado de la superstición” y el de “Los remedios de la fortuna”, los “Diálogos” y algunos escritos más.
Tiene ocho “Tragedias” de asunto mitológico:
Hércules-el Furens y el Oetaeus-, Agamenón, Las Troyanas, Edipo, Fedra y Medea. Todas han llegado completas hasta nuestros días.
“Las Epístolas a Lucilio”, son ciento veinticuatro cartas que Séneca dirigió a su joven amigo y discípulo Lucilio, procurador imperial en Sicília, en aquellos años finales de su vida.
Las epístolas son de contenido filosófico y filiación estoica y en gran parte están presentadas como las respuestas del maestro a problemas que le habría planteado su joven amigo. En ellas se encierra de un modo muy coherente la peculiar versión del estoicismo que es la filosofía de Séneca.

Encierran gran seriedad moral y sentido de responsabilidad social y un gran número de citas esmaltan el texto.
“”Los Diálogos”, se ocupan de la providencia de los dioses, de la firmeza del sabio, de la ira, de la felicidad, de la tranquilidad del ánimo, del ocio y de la brevedad de la vida.
Tres “Epístolas consolatorias” dirigidas a Marcia, Polibio y a Helvia, su propia madre.
Dos tratados:
“Sobre la clemencia”, tratan de filosofía y política.
“De beneficiis”, son siete libros de ética.
Los libros “Sobre la naturaleza”, siete u ocho, son un importante tratado de filosofía natural.
Hay una pieza singular entre los escritos de Séneca. Es un escrito breve, satírico, cruel, divertido, que trata de la burla sarcástica de un muerto.
Ludus ó Juguete cómico sobre la muerte del “divino” emperador. Conocido el escrito como “Apocolocintosis” ó transformación en calabaza del divino Claudio, probablemente se titulaba: Sátira de la apoteosis del divino Claudio ó Juguete cómico sobre la muerte de Claudio.
Ejemplos de algunas epístolas a Lucilio:

Valor y aprovechamiento del tiempo
…reivindica para ti la posesión de ti mismo, y el tiempo que se te arrebataba, recupéralo y consérvalo. La más reprensible es la pérdida que se produce por la negligencia. Todo cuanto de nuestra vida queda atrás, la muerte lo posee.
Acapara las horas, tan solo el tiempo (presente) es nuestro. Nadie que dispone del tiempo se considera deudor de nada, siendo así que éste es el único crédito que ni siquiera el más agradecido puede restituir.
“Es ahorro demasiado tardío el que se consigue en el fondo del vaso”.

Los viajes y las lecturas
No está en ningún lugar quien está en todas partes.
No arraiga la planta que a menudo es trasplantada de sitio; nada hay tan útil que pueda aprovechar con el cambio.
Disipa la multitud de libros, basta con tener cuantos puedas leer.
Lee siempre autores reconocidos. Procúrate cada día algún remedio contra la pobreza, alguno frente a la muerte, y escoge uno para meditarlo.
El mío de hoy es este:
“Cosa honesta es la pobreza llevada con alegría”.
No es pobre el que tiene poco, sino el que ambiciona más.
¿Cuál es el límite conveniente de las riquezas?
Primero, tener lo necesario, luego lo suficiente.

Elección de los amigos
Reflexiona largo tiempo si debes recibir a alguien en tu amistad. Cuando hayas decidido hacerlo, acógelo de todo corazón: conversa con él con la misma franqueza que contigo mismo.
“Algunos hasta tal punto se refugian en la oscuridad que consideran confuso cuanto es luminoso”.

Consolaciones
Consolación a Marcia.
Séneca pone dos ejemplos ocurridos a dos mujeres de su época:
Octavia y Lívia, la primera hermana de Augusto y la segunda su mujer.
Cada una perdió un hijo en plena juventud, cuando tenían fundadas esperanzas de que llegaran a príncipes.
Octavia perdió a Marcelo, (sobrino de Augusto, casado con su hija Julia, considerado su sucesor y envenenado por Julia). Joven de espíritu despierto y gran talento; sobrio y moderado, trabajador, desafecto a los placeres, capaz de soportar todo lo que su tío quisiera imponerle.
Su madre no dejó de llorar y lamentarse, no admitió ninguna palabra de consuelo, no permitió que la distrajeran y rehusó ser ayudada y consideró una segunda pérdida el privarse de las lágrimas.
Se habituó a las tinieblas y la soledad y cerró sus oídos a todo consuelo, tras alejarse de sus tareas propias y desdeñar hasta la buena estrella del poder de su hermano, se enterró en vida y no se dejó ver más.
Lívia había perdido a su hijo Druso, destinado a ser un gran príncipe y siendo un gran general. Había penetrado hasta el interior de Germania. Murió en campaña, sus enemigos le honraban con un respetuoso armisticio.
Su muerte, en defensa del estado, era llorada por los ciudadanos de todas las provincias.
Cuando Lívia lo dejó en su tumba, enterró con él su dolor y no se dolió más de lo que era correcto o justo.
No dejó de evocar su nombre, de hablar gustosamente de él, de oír sobre él: vivió con el recuerdo, que no puede conservar ni frecuentar nadie que se lo haya hecho penoso.
Decide cuál de los dos ejemplos consideras más adecuado.
Incluso para el dolor hay un límite.
¿El dolor debe ser profundo o interminable?
Te solicito y suplico que no te muestres huraña e intratable con tus amigos, No anheles la gloria más depravada: la de parecer la más desventurada.
No tiene mérito mostrarse valiente en la prosperidad, cuando la vida es favorable.
No te abatas, antes bien asienta firmemente tus pies y aguanta toda la carga que te ha caído encima.
Con nada se le hace mayor desplante a la suerte que con un espíritu ecuánime.
Recuerda: “A cualquiera puede acontecerle lo que a uno puede”
(verso de Publibio Siro, autor de mimos, del s. I a C, y que Séneca gustaba de usar).

Consolación a Helvia (su madre).
Séneca escribe a su madre desde el exilio, al que había sido enviado por el emperador Claudio.
No me ocurre nada malo.
Las circunstancias que piensas que me agobian, no son insoportables. No soy desdichado.
La naturaleza ha hecho que para vivir bien, no haya necesidad de grandes preparativos: cada cual puede hacerse feliz a sí mismo.
Me he puesto en manos de los sabios, ellos me han aconsejado estar constantemente de pie, como haciendo de centinela, y avistar todas las intentonas de la suerte, todos los ataques, mucho antes de que arremetan.
Nunca me fié yo de la suerte, incluso cuando parecía proponerme la paz. Todas las cosas que iba acumulando: dinero, cargos, influencias, las puse en un lugar del que pudiera ella recuperarlas, sin molestarme a mí.
Me las ha quitado, no arrancado. El que no se ha inflado en circunstancias prósperas, tampoco se encoge cuando cambian.
Veamos qué es el destierro. Un cambio de lugar. A este cambio le sigue una serie de contrariedades: la pobreza, la deshonra, el menosprecio.
Estar lejos de la patria es intolerable.
A continuación, Séneca reflexiona sobre el modo en que los pueblos van de un lugar a otro por distintos motivos. En suma, apenas encontrarás una tierra que todavía la habiten los nativos, todo está revuelto y mezclado.
Contra el cambio de lugares, excluyendo las contrariedades inherentes al destierro, Varron cree que es suficiente disfrutar de una misma naturaleza. Marco Bruto, cree suficiente que les sea posible a quienes van al destierro, llevarse consigo sus virtudes. Ambos argumentos juntos tienen mucha fuerza. ¡Qué poquito, es en efecto, lo que hemos perdido!
Las dos cosas más excelentes nos seguirán a donde quiera que nos traslademos: la naturaleza universal y la virtud particular.
Todo lo mejor del hombre está más allá del poder humano: no se puede dar ni quitar.
Así pues, dirijámonos con paso firme a donde quiera que las circunstancias nos lleven, alegres y confiados, recorramos las tierras del mundo.
Mientras tenga siempre mi espíritu en lo más alto, propenso a la observación de las cosas que le son afines ¿qué me importa el suelo que pise?
“Que estés lejos de la patria no es ninguna desdicha. Estás tan impregnado de estudios filosóficos que sabes que el sabio tiene su patria en cualquier lugar” (reflexión de Marcelo, desterrado en Mitilene).
¡Que dignos de lástima aquellos cuyo apetito no se estimula más que con manjares costosos!
Para la codicia nada es bastante, para la naturaleza incluso poco, es bastante. Luego la pobreza no acarrea ninguna contrariedad a los desterrados: ningún destierro es tan mísero que no sea fértil de sobra para alimentar a un hombre.
Dirigiéndose a Helvia le dice:
No hay razón para que utilices las lágrimas sin moderación, el equilibrio ideal entre el cariño y la razón es sentir y a la vez contener la añoranza.
Séneca anima a su madre a refugiarse en los estudios liberales: ellos curarán tu herida, ellos arrancarán de raíz tu tristeza. Están echados los cimientos de todas las ciencias: regresa a ellas ahora, te prestarán protección, ellas te consolarán, te deleitarán, si penetran en tu espíritu, nunca más penetrará el dolor, la inquietud y la inútil desolación. Estas son sin duda las defensas más seguras y las únicas que pueden llegar a sustraerte a la suerte.
Por el camino, hasta llegar a puerto, mira a mis hermanos. Busca alivio en el prestigio de uno, en el sosiego del otro, en el afecto de ambos.
Mira también a tus nietos, biznietos, a tu padre, a tu hermana.
Como es inevitable que tus pensamientos vuelvan a mí una y otra vez, escucha cómo debes imaginarme: contento y alegre, como en las mejores circunstancias.

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7 Comentarios

  1. angela
    13 | junio | 2014 20:06 — Responder

    Carmen:

    Tu artículo es magnífico y me ha llamado especialmente la atención cómo encomienda a su madre a refugiarse en los estudios liberales:
    ” ellos curarán tu herida, ellos arrancarán de raíz tu tristeza. Están echados los cimientos de todas las ciencias: regresa a ellas ahora, te prestarán protección, ellas te consolarán, te deleitarán, si penetran en tu espíritu, nunca más penetrará el dolor, la inquietud y la inútil desolación. Estas son sin duda las defensas más seguras y las únicas que pueden llegar a sustraerte a la suerte”

    ¿Será por eso que nosotros nos refugiamos también en ellos?.

    Un abrazo

  2. Pedro Aparicio Muoz
    13 | junio | 2014 20:07 — Responder

    Muy formativo. Intentare aproximarme
    Gracias

  3. Chus ojosnegros
    13 | junio | 2014 21:44 — Responder

    En esta España sumida ahora en el esférico… futbol, refresca y vivifica la Cultura. Pórtico es un extraordinario lugar donde escoger, desde el mundanal ruído mío, hasta la fuente clara y serena tuya.
    Besos Carmen.

  4. Marina López Vallejo
    14 | junio | 2014 09:58 — Responder

    Me ha encantado tu artículo, Carmen y lo veo de total vigencia. Hay muchos ámbitos actuales a los que se puede aplicar.
    Ha sido curioso, Ángela, como según iba leyendo he pensado lo mismo que tu: ” pero si esto es justo nuestro PÓRTICO”.
    Y ya sabéis, abuelos que os toca disfrutar de vuestros nietos ahora que llega el verano, que Seneca ya lo dejo escrito:
    ” mira también a tus nietos…”
    Muchas gracias, Carmen, por refrescarnos un poco estos días tan calurosos.

  5. José Toaño Cisneros
    14 | junio | 2014 17:34 — Responder

    Carmen como siempre aciertas y nos das una visión del pensamiento de Séneca, que es maravilloso pero muy dificil de realizar, en nuestro modo de vivir, pero leerlo solamente reconforta y anima para imitarle.
    Gracias una vez más por acertar y elegrarnos con tu lectura, felices vacaciones.

  6. 16 | junio | 2014 22:07 — Responder

    Os quedo muy agradecida por vuestros comentarios, ellos me darán ánimo para seguir escribiendo sobre personas extraordinarias que puedan ayudarnos en este camino de nuestra vida. Es verdad que es difícil, pero a la vez reconforta ver, que hay personas que vivieron hace 2000 años, y que sus consejos y su forma de vida son tan actuales y de tanta ayuda. Yo también os deseo unas felices vacaciones y espero que leáis mucho.
    Besos. Carmen

  7. Víctor Guedán
    29 | junio | 2014 10:14 — Responder

    He tardado en leer tu artículo. Te agradezco mucho que aportes este granito en defensa de la vigencia de la filosofía clásica. Y que lo hagas con tanto don para explicar con claridad y sentido dramático la vida, obra y muerte del filósofo cordobés.

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