Homenaje a Quino
En el 2014 Mafalda es una niña que cumple 50 años.
Desde que me enteré que el premio príncipe de Asturias de Comunicación, del año 2014, se le había concedido a Quino (Joaquín Salvador Lavado Tejón), me pasaron unos recuerdos por la mente tan entrañables, que he pensado escribir una líneas a modo de homenaje, al menos el mío, a este gran humorista gráfico.
En su día, allá por mi adolescencia, es decir, mientras realizaba una lenta salida de la “edad del pavo”, empecé a comprar los cuadernos apaisados de Mafalda, en el mismo kiosco donde compraba los chicles “bazooka”. Los leía mientras iba desde mi casa hasta el cole en un tren de vía estrecha, “el trenet”, en Valencia. Nunca he olvidado aquellos libros, que alguna vez me hicieron pasarme de estación.
Mafalda, era curiosa, inquieta y rebelde,…… algo que yo personalmente no era y, quizá por eso, la admiraba. Preocupada por un mundo más cerca del desastre que de la armonía, cuando yo leía las tiras de Mafalda, todavía sin mucha conciencia ni conocimiento de los problemas de este mundo, adiviné lo importante que es mirar siempre la vida con la sencillez e inocencia de un niño. Vamos, tener eso tan difícil de conseguir: el sentido común.
Es hora de releer a Mafalda, yo personalmente lo estoy haciendo e intentando que mis hijas también lo hagan. Sirve para meditar, sin tener que leer en los periódicos lo que meditan otros. Internet está lleno de tiras de Mafalda para leer.
Enhorabuena a Quino, por saber reflejar a través de Mafalda y un grupo de niños, el mundo de los adultos. Siempre encontré, entre los estereotipos de los personajes de Quino, el reflejo de alguien, de los que en aquellos momentos me rodeaban, ya fueran amigos o compañeros de colegio.
Quino define la vejez como “Un golpe de estado, duro, muy duro. Esto o aquello, que ya no se puede hacer y cada vez, con el paso del tiempo, son más cosas. Lo peor, lo terrible, no es que te lo prohíban otros, eres tú mismo, tu organismo, quién te lo va diciendo. Es algo “antipático” como todas las dictaduras”. Quizá, la lectura, otra vez, de las reflexiones de una niña, puedan aliviarnos de lo tengamos de “antipático” en cada momento.
Para no ser farragoso en este artículo, con la historia de Quino, pongo unos enlaces de la fundación Príncipe de Asturias, con la biografía y trayectoria, el acta del jurado, y las declaraciones.
Aquí están las descripciones de los personajes. Podéis verlas pinchando en su imagen.
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Por último, y dedicadas a mis compañeros, en los lunes, del seminario de Ajedrez, os dejo unas pocas tiras de recuerdo.
En fin, pongamos un poco más de sonrisas en nuestra vida. Espero que esto sea un poco de aire fresco para Ágora, este periódico que últimamente esta tan cargado de asuntos “apocalípticos”.
Quizá, sirva también para que Víctor nos cuente algo sobre la filosofía de Mafalda, si es que los filósofos estudian a los humoristas.
Paco Piqueres
6 Comentarios
Muy adecuada tu reflexión. Yo leí poco de Quino y Mafalda pues era más asiduo de Mortadelo y Filemón y la rue 13 del percebe. También me gustaban la Hazañas Bélicas y el guerrero del antifaz y sobre todo el Capitán Trueno.
Aprovecharé tus enlaces e intentaré recuperar el tiempo perdido con Mafalda, nunca es tarde.
Este valenciano de nacimiento os dejará descansar un poco de tanta apocalipsis
Gracias Pedro,
Solo pretendo mantener un buen ambiente en Ágora, que quepa todo. Las políticas, las opiniones y también algo de humor.
Gracias Paco por este homenaje a Quino que me retrotrae a unas lecturas entrañables que hemos compartido toda la familia….¡y que ya esta leyendo mi nieta!
No puedo sino aconsejar a todos que lean o vuelvan a leer las aventuras de Mafalda, para encontrar, alguna vez, respuesta a los problemas del mundo vistos por una niña sana, lista y con mucho sentido común. Una mirada fresca sobre situaciones tan viejas como la humanidad.
Pues si has sonreído, has recordado y has respirado algo de frescura: ¡Objetivo conseguido!
Me ha parecido genial y, sobre todo me ha hecho recordar. Espero que Víctor recoja el guante, sobre todo a partir de la tira. Te feclicito.
Esther
Refrescante artículo, Paco, que como tu dices nos incita a releer a Mafalda, y así hare, pues siempre viene bien intercalar alguna sonrisa a lo largo del día.
Vaya presentación, “el que sabe…, sabe”.